....l'article que he trobat a La Vanguardia digital és diferent de la del diari normal (a mi m'agrada més), però algo és algo...
Barcelona. (EFE).- Ni morbo, ni circo, ni prensa de sucesos. Ni prensa rosa. La noticia fue estrictamente musical, o sea, normal, y quien esperaba otra cosa se fue con el rabo entre las piernas. Quien fue a ver un concierto, comprobó el buen estado de forma de un artista sobrado de talento y canciones.
La sala Apolo de Barcelona colgó anoche el cartel de «Agotadas las localidades», los reventas ofrecían lo que fuera por una entrada sobrante, y media hora antes del inicio todo el mundo había tomado posiciones para no perderse el espectáculo. Y éste no defraudó, aunque quizás pecó de corto en su duración.
Al final fueron 74 minutos y 19 canciones que dejaron claro que, ahora mismo, Pete Doherty se merece un respeto, por su trabajo compositivo, y un respiro en su vida privada para que llegue algún día a desarrollar toda la música que lleva dentro.
Eran las 22.02 horas y la numerosa colonia extranjera, con profusión de sombreritos 'pork piè ellos, a imagen de Doherty, y de gorras, ellas, como su amiga Amy Winehouse, recibieron con un cálido aplauso al líder de Babyshambles, que pisó el escenario fumando un cigarrillo, que apagó al instante para atacar «Carry on up the moorning», el primer corte de «Shotter's nation», su nuevo álbum.
Respaldado por Adam Ficek, batería; Drew McConnell, bajo; y Mik Whitnall, guitarra; un Doherty ataviado con ese sombrero que ya es tendencia y una americana exhibió profesionalidad, ganas -a su manera- de conectar y una actitud recíproca hacia un público con ganas de demostrarle su apoyo y de dejar claro que allí no había tomate, sino solo música.
Bebiendo de clásicos ingleses como The Kinks, The Jam, The Clash o Madness, Babyshambles llevaron a buen puerto su mezcla de pop, rock, ska y punk a base de buenas canciones como «Delivery», «Beg, Steal Or Borrow», «Baddies Boogie», «Unstookietitled», «Side Of The Road», «The Blinding», «Sedative», «You Talk», «Pipe down», «Horror show», «There She Goes (A Little Heartache)» o «Unbilotitled».
Más comunicativo de lo esperado, permitió que una fan subiera hasta tres veces al escenario a mostrarle pleitesía sin ningún inconveniente, decidió con su banda en varios momentos cuál sería la siguiente canción, disfrutó como lo hace un tallo de casi dos metros y se mostró como un guitarrista correcto y un vocalista a veces justito pero que tiene ese 'factor X' que le hace diferente, único y reconocible al primer acorde.
En el bis, Babyshambles permitieron que el telonero, un canario que responde por El Caracol Velocista y que conocieron ayer mismo, les acompañara al timple en «Albion», y el cuarteto cerró el bolo a lo grande con «Fuck forever».
No fue la octava maravilla del mundo, no se detuvo el tiempo, no pasará a los anales de la historia, de acuerdo, pero anoche Doherty y sus Babyshambles se reivindicaron como una buena banda de brit-pop moderna, como un grupo con algunas excelentes canciones y un sonido propio. Nada más. Y nada menos. Y no es poco.
2 comentaris:
va mes col·locat aquest tio..............
Per certr gemma! et vaig contestar al post del tacons i segueixo esperant resposta...jej
jo vai llegir el del periòdico i coincidia amb aquest, en resum una actuació deia....algo així com musicalment professional o una banda professional...vaia que es van comportar molt!
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