Cafeína

Aquest cap de setmana m'he llegit un article d'una National Geographic de fa 2 anys de la cafeína. En poso aqui un tros que he trobat curiós i que justament no parla del cafè com a representant de les 30 pàgines que té el reportatge. Qui tingui interés en llegir el reportatge sencer que me'l demani...és MOLT bo!

"A Dietrich Mateschitz no le quita el sueño la cantidad de cafeína que consume. Este mago austríaco del marketing, hombre corpulento y cordial, con una sonrisa amplia y jovial en medio de una poblada barba blanca, dice sentirse "a gusto con el riesgo", ya sea escalando paredes rocosas, esquiando desde cumbres a las que accede en helicóptero, practicando el ciclismo de montaña en una de las imposibles cuestas de los Alpes...o haciendo negocios. No es raro que así sea, puesto que el mayor riesgo que ha asumido le ha compensado de forma espectacular: ha colocado un producto completamente nuevo en los anaqueles de los supermercados que le ha generado cientos de imitadores y lo ha convertido en multimillonario, todo en menos de 15 años. En la década de 1980, Mateschitaz trabajaba en Blendatx, una empresa alemana de cosméticos, vendiendo dentífricos y cremas para la pies en Extremo Oriente. Sus frecuentes vuelos nocturnos desde Frankfurt hasta Tokyo y Pekín le producían las inevitables molestias del desfase horario, que él detestaba. Después de todo, era un vendedor y tenía que estar en plena posesión de sus energías para hacer bien su trabajo. Pero los largos vuelos lo dejaban abatido y exausto. Empezó a ver que los taxistas de muchas ciudades asiáticas llevaban unas botellitas de tónico, de las que bebían frecuentes sorbos. Después de un vuelo a Bangkok, le pidió un poco a un taxista. ¡Eureka! "El agotamiento había desaparecido" -recuerda-. De pronto sentí que estaba despierto". Cuando cuenta la historia casi veinte años después, Mateschitz recuerda aún el entusiasmo de aquel momento de revelación. "Encontré aquellas bebidas en toda Asia, y tenían un mercado enorme. Empecé a pensar: "¿Por qué no existe este producto en Occidente?" En Occidente, desde luego, sí existía desde hacía mucho tiempo el principal ingrediente de aquellos tónicos: la cafeína. La bebida que tan buen efecto tuvo para Dietrich Mateschitz, un tónico tailandés denominado Krating Daeng (que significa "toro rojo", Red Bull en inglés), era un mezcla de cafeína, un aminoácido llamado taurina y un carbohidrato llamado glucuronolactona. El asutríaco dejó de vender pasta de dientes e invirtió los ahorros de toda su vida en una licencia para vender Krating Daeng en Occidente. Tras variar ligermanete el sabor del envase de la bebida orgiinal, y añadirle burbujas, la lanzó al mercado europeo a finales de los años ochenta. Al principio, los comercios no sabían qué hacer con una bebida energética. No existía un producto así, ni tenía un merado. Mateschitz resolvió el problema con una brillante campaña de publicidad. "Red Bull no se bebe. Se usa", proclamaban los anuncios. "Tienes mejores cosas que hacer que dormir.""Red Bull te da alas." [..........] La idea de dar a un refresco una "función" añadiéndole dosis considerables de una sustancia que crea dependencia resulta para algunos inquietante. Francia y Dinamarca han prohibido las bebidas energétias como Red Bull, aduciendo preocupaciones sanitarias por el elevado nivel de cafeína y la adicción de otros suplementos. Al principio, incluso las latas de Red Bull vendidas en Austria, su país de origen, llevaban la advertencia de "No mezclar con alcohol". La alarmas se dispararon en Irlanda cuando un jugador de baloncesto de 18 años bebió varias latas de Red Bull antes e un partido, y luego se desplomó y murió en la pista. El informe forense no fue conluyente respecto a la existencia de una relación causal entre el Red Bull y la muerte repentina."

I algunes de les frases fulminants que hi ha a les fotos:
- Estudios militare sobre individuos que pasaron 48 horas sin dormir demostraron que 600mg de cafeína mejoran la atención tanto como 20mg de anfetaminas.
- La cafeína que se extrae para fabicar el café descafeinado se vende a la industria farmacéutica y a fabricantes de refrescos.
- Un estudiante galés se suicidó en 2002 tomando una dosis de píldoras de cafeína equivalente a 100 tazas de café.